COMO CONTRIBUIR AL EXITO DE LA AGENDA
PARA EL DESARROLLO DE DOHA
PRESENTACION DEL MINISTRO DE HACIENDA DE CHILE
NICOLAS EYZAGUIRRE EN EL FORO GLOBAL DE
París, 29 de abril de 2003
Quiero comenzar agradeciendo la invitación que
Chile comenzó a reformar su complejo e intricado régimen de política comercial hace aproximadamente treinta años. Inicialmente ello se hizo muy rápidamente y, en los años ochenta, se produjo una reversión parcial. Pero de 1985 en adelante hemos reducido la tarifa de importación de 35% a 6% en un proceso sistemático y sustentable. Ello ha resultado en un incremento y diversificación significativo de las exportaciones, y contribuido, junto con otras reformas y a una política macroeconómica prudente, a tasas de crecimiento más altas. Hemos combinado esta reforma unilateral con varios acuerdos de libre comercio con una cobertura amplia de temas. Nuestra conclusión es que las reformas, incluyendo la reforma de la política comercial, han sido cruciales para Chile. Sin embargo, hemos aprendido una importante lección. Si tales reformas han de tener efectos positivos, deben ser sustentables y mantenidas en el tiempo. De no ser así, nunca se cosecharán sus beneficios.
Además de reducir los aranceles a la importación y eliminado todas las formas de restricción cuantitativa, hemos modernizado nuestro servicio de aduanas para facilitar el comercio, adoptado procedimientos transparentes en el sector público y elevado el nivel de protección de los derechos de propiedad intelectual. Como todos sabemos, la liberalización del comercio positiva, diría incluso que inevitable, para una economía pequeña. Sin embargo, internamente como resultado de la apertura al comercio habrá ganadores y perdedores. Los países en desarrollo no cuentan con los instrumentos para compensar a aquellos que pierden con la reforma de la política comercial. Dicha compensación implicaría la reasignación de los escasos recursos financieros con estas economías cuentan desde prioridades tales como la educación, la salud y el alivio de la pobreza, o bien pondría en peligro la estabilidad macroeconómica. A ello debemos además agregar los costos involucrados en la modernización de las aduanas, la capacitación del personal de las agencias regulatorias y el cumplimiento de las leyes que protegen la propiedad intelectual.
Más aún, la reforma comercial, así como las reformas en general, no sólo son costosas para las economías en términos de recursos financieros. También son costosas desde el punto de vista del significativo capital político que los gobiernos deben gastar en el esfuerzo por empujar y mantener las reformas, precisamente porque no cuentan con los medios para compensar a los perdedores y posiblemente tengan que reorientar fondos desde los programas sociales, como ya se mencionó. Por tanto, los gobiernos deben convencer a sus electores que la reforma de la política comercial es buena en el mediano y largo plazo, pero que tiene costos en el corto.
Pero, si junto con implementar reformas nuestros exportadores continúan enfrentando altos aranceles a los productos en los que tienen ventajas comparativas, en especial los agrícolas y textiles; si al mismo tiempo tienen que competir con productores de países desarrollados que reciben grandes subsidios de sus gobiernos; si al mismo tiempo siguen bajo la espada de Damocles del antidumping, entonces argumentar en favor de la liberalización es extremadamente difícil. ¿Cómo puede convencerse/podemos convencer a los pobres que la protección de las patentes farmacéuticas tiene beneficios si sus gobiernos no pueden garantizarles que las medicinas necesarias para combatir las epidemias van a estar disponibles? ¿Cómo puede convencerse/podemos convencer a las empresas que inviertan en competitividad si no podemos asegurarles el acceso a los mercados?.
Mi punto es que hacer reformas tiene costos, tanto en las economías de
Entonces, ¿qué podemos hacer colectivamente para contribuir a
Desde ese año hasta ahora las cosas no han cambiado mucho. Más aún, es posible que hayan empeorado. Un ejemplo de ello es el programa de apoyo a la agricultura recientemente implementado por EE.UU. Por otra parte, tal como lo concluye
protección efectiva de que goza este sector.
Desde el punto de vista de los países en desarrollo,
No obstante,
Por ultimo, los miembros de la OMC deben considerar la incorporación de gradualidad en la adopción de los compromisos mismos de manera de hacer factibles las reformas en áreas tales como la transparencia en la regulación de los servicios o la protección de los derechos de propiedad intelectual. No creemos en un trato especial y diferenciado en lo que dice relación con el nivel de las obligaciones, pero sí creemos que los países en desarrollo requieren de mayores plazos para la adopción de estas obligaciones porque el cumplimiento de éstas requiere de la desviación de recursos de otras prioridades como la educación, la salud y el desarrollo de las instituciones. No podemos esperar que los funcionarios públicos y la tecnología del sector público tengan la misma calidad en un país con un ingreso per cápita de US$ 4.000 que un país con un PIB per cápita de US$ 30.000.
En conclusión, creemos que hacer reformas es beneficioso, que la transparencia es necesaria, que proteger la propiedad intelectual es positivo y que eliminar los subsidios es urgente. Para hacer todo ello en
Tengo mucha esperanza respecto del resultado de la agenda para el desarrollo de Doha. Estoy convencido que existe espacio para avanzar en las negociaciones si una relativamente mayor proporción de los sacrificios en esta oportunidad son aceptados por las economías desarrolladas.
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