| | Uno de los principales temas de la agenda de la Cumbre del G8, el grupo que reúne a los presidentes y jefes de Estado de las naciones industriales más ricas del planeta, que se está realizando en la ciudad rusa de San Petersburgo, es la necesidad de lograr avances concretos en las negociaciones de la Ronda Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Como conclusión a la reunión mantenida este domingo, el G8 emitió un comunicado instando a Pascal Lamy, Director General de la OMC, a buscar un acuerdo que contemple la reducción de tarifas, tanto en bienes industriales como en la agricultura, en el plazo de un mes.
“Esta es una oportunidad histórica para generar crecimiento económico, crear el potencial para el desarrollo y elevar los estándares de vida en todo el mundo. Llamamos a todas partes a trabajar con la mayor urgencia para concluir la ronda antes de fines de 2006”, dice el comunicado de los ocho.
“Estoy preocupado por el rumbo de la ronda”, dijo Jacques Chirac, Presidente de Francia, durante un almuerzo realizado en San Petersburgo. “Hemos perdida de vista las necesidades de los países pobres, particularmente en África, cuando la justificación para este acuerdo fue precisamente el desarrollo”, manifestó. Curiosamente, Francia es uno de los países que hasta el momento más se ha opuesto a una apertura del mercado europeo.
La Ronda de Doha, también llamada Ronda del Desarrollo, lanzada en Qatar en 2001, se encuentra al borde del fracaso. El mes pasado, en reunión convocada de urgencia en Ginebra, los integrantes de la OMC no lograron superar las diferencias que enfrentan a Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y a los países en desarrollo más importantes, en torno a la reducción de tarifas agrícolas e industriales y al desmantelamiento de los programas de asistencia a los agricultores en los países más avanzados.
Estados Unidos se encuentra en la línea de fuego, luego de haber rechazado la posibilidad de reducir los pagos domésticos al sector agrícola. Hasta el momento, Susan Schwab, Representante para el Comercio de EEUU, ha descartado la limitación de estos subsidios a menos que se logre una apertura agrícola de la UE y una fuerte reducción a las tarifas industriales en India y Brasil. La liberalización del sector de servicios también genera controversias en la mesa de negociaciones. Es fundamental lograr un cierre exitoso de la ronda para fines de este año, ya que la capacidad del Presidente de Estados Unidos para negociar tratados comerciales expira el año próximo y es dudoso que el Congreso vaya a renovarla. Funcionartios de la OMC y del Banco Mundial realizaron estudios que afirman que la economía global podría beneficiarse en 96 mil millones de dólares en caso que prospere el acuerdo.
Algunos analistas mostraron su decepción por el escaso contenido práctico de la declaración del G8. Sin embargo, Tom Nelly, vocero del Primer Ministro británico Tony Blair, manifestó que “estas cumbres no se realizan para tratar los temas en detalle. Este no es el espacio para generar nuevas propuestas sino para resaltar la importancia de que todos las partes se movilicen para alcanzar un buen resultado”.
Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia y los Estados Unidos, países integrantes del G8, se reunieron este fin de semana para tratar temas aún más candentes en la agenda global, tales como el conflicto en Medio Oriente, el desafío misilístico de Corea del Norte y el abastecimiento energético mundial. |
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